El Papa Benedicto XVI realizó esta tarde el tradicional acto de veneración de la Virgen María en la solemnidad de su Inmaculada Concepción, y señaló ante la columna de la Inmaculada y cientos de feligreses reunidos en la Plaza de España que “sin Dios, o contra Él”, ningún hombre podrá transitar el camino del amor.
Se trata, dijo el Santo Padre, de “un gesto de fe y de devoción que nuestra comunidad cristiana repite año tras año, subrayando el propio compromiso de fidelidad hacia aquella que, en todas las circunstancias de la vida cotidiana, nos asegura su ayuda y su maternal protección”.
Más adelante señaló que “esta manifestación religiosa es al mismo tiempo una ocasión para ofrecer a cuantos viven en Roma o transcurren algunos días en ella como peregrinos o turistas, la oportunidad de sentirse, incluso en la diversidad de culturas, una única familia que se reúne alrededor de una Madre que ha compartido las fatigas cotidianas de toda mujer y madre de familia”.