En su carta semanal, el Arzobispo de Valencia, Cardenal Agustín García-Gasco, aseguró que "los minutos de silencio que tanto han servido para poner de manifiesto el rechazo al terrorismo no pueden ser noticias para tapar la inoperancia y las veleidades de quienes pactan con el terror", al tiempo que pidió dar un "sí a la vida, sin medias tintas, ni pactos con el diablo de la muerte".
Con el título "El derecho a la vida es inviolable", el Purpurado explicó que "el terrorismo no puede condicionar la vida política de los españoles" y "los políticos no pueden ceder al chantaje del terror porque es una espiral creciente".
"Cada agujero de impunidad, cada vacío legal, cada condescendencia política con los terroristas, se convierte en un boquete que hunde a familias enteras, a pueblos y a la misma sociedad", indicó.