El Papa Benedicto XVI hizo una enérgica defensa de la ley natural como “la verdadera garantía ofrecida a cada uno para vivir libre y respetado en su dignidad”; y advirtió el peligro de que la mayoría se convierta “en la fuente última de la ley civil” pues “la historia demuestra con gran claridad que las mayorías pueden equivocarse”.
El Santo Padre hizo estas declaraciones al recibir a los miembros de la Comisión Teológica Internacional, al final de su sesión plenaria anual, que se ha celebrado en el Vaticano del 1 al 5 de octubre, bajo la presidencia del Cardenal William J. Levada.
El Pontífice reflexionó sobre el tema de la ley moral natural, que está examinando la comisión, y advirtió que hoy "se ha perdido la evidencia originaria de los fundamentos del ser humano y de su actuación ética y la doctrina de la ley moral natural se enfrenta a otras concepciones que son su negación directa. Todo esto tiene consecuencias enormes y graves en el orden civil y social".