Más de 1,200 laicos argentinos, provenientes de regiones tan distantes como Formosa, se dieron cita en Mendoza, la Arquidiócesis al pie de la cordillera, y se comprometieron a construir desde el Evangelio una sociedad más justa, fraterna y solidaria.
El evento, organizado por la Comisión de Laicos de la Arquidiócesis –que presiden los esposos Marina y Alejandro Osta– se prolongó por tres días y concluyó este domingo con una Misa presidida por el Arzobispo, Mons. José María Arancibia, quien luego de plantearse "algunas preguntas fundamentales" sobre el laicado, expresó su satisfacción y aliento por la creciente presencia del seglar; que ha dejado de ser el "no cura", para convertirse en "protagonista de los tiempos actuales".
Durante la primera jornada, inaugurada con una Misa concelebrada por todos los vicarios de la Arquidiócesis, Alejandro Bermúdez, director de ACI Prensa, habló sobre los principales desafíos que enfrentan los laicos en el Siglo XXI, especialmente la creación “del ambiente más hostil que haya sufrido la Iglesia” en el ámbito público, como consecuencia de la “dictadura del relativismo” que considera al cristiano –a raíz de sus convicciones de fe– como un ciudadano de “segunda clase” en el marco de la democracia.