El sacerdote diocesano Nicholas Pillai Packiya Ranjith fue asesinado ayer por desconocidos en Sri Lanka, al explotar una mina controlada a distancia, al momento en que su vehículo pasaba sobre ella.
Según informa la agencia SIR, el P. Ranjith no era jesuita pero coordinaba las actividades del Jesuit Refugees Service (JRS), organización humanitaria internacional de los jesuitas en la diócesis de Mannar, capital de la provincia del mismo nombre ubicada al sur de la isla.
Al momento del homicidio, el presbítero llevaba alimentos y bienes de primera necesidad al orfanato y al campo de refugiados de Vidathaltheevu.