El Papa Benedicto XVI hizo un serio llamado a los políticos a esforzarse en la no difusión y refuerzo de las ideologías que ensombrecen la verdad y el bien en las conciencias, a no excluir Dios del horizonte del ser humano y de la historia y a “dar cabida al deseo común de todas las tradiciones auténticamente religiosas de mostrar públicamente su identidad, sin verse obligados a esconderla o mimetizarla”.
Así lo señaló al recibir esta mañana en el palacio apostólico de Castelgandolfo a centenares de participantes en el encuentro promovido por la Internacional Democrática de Centro y Demócrata Cristiana (IDC).
En su discurso dirigido a los participantes del evento, el Pontífice reflexionó sobre los "valores e ideales que la tradición cristiana ha forjado o hecho más profundos en Europa o en el mundo", como "la centralidad de la persona y el respeto de los derechos humanos, el compromiso por la paz y la promoción de la justicia para todos".