En una multitudinaria y emotiva Misa presidida por el Arzobispo de Lima, Cardenal Juan Luis Cipriani, los pobladores de Pisco, ciudad ubicada a poca distancia del epicentro del terremoto del pasado 15 de agosto que asoló gran parte del sur del Perú, rezaron este sábado por todos los damnificados y víctimas mortales.
Antes de la celebración eucarística que tuvo lugar en la explanada de lo que fue el templo de la parroquia de San Clemente, hoy totalmente destruido, se mencionaron los nombres de todos los fallecidos mientras los asistentes rezaban por cada uno de sus seres queridos.
En su homilía, el Purpurado pidió a la población unidad para salir adelante y así forjar un nuevo Pisco, una nueva Chincha e Ica y cada una de las poblaciones afectadas por el sismo.