Al recibir esta mañana en Castelgandolfo al nuevo embajador de Irlanda ante la Santa Sede, Noel Fahey, el Papa Benedicto XVI expresó su ferviente deseo de que el proceso de paz en el Ulster “inspire a los líderes políticos y religiosos en otras zonas conflictivas del mundo”.
En su discurso, el Santo Padre señaló que el modo de solucionar el conflicto en Ulster, “una tarea larga y ardua”, debe enviar un mensaje de esperanza en todo el mundo que diga que “el conflicto, con independencia de cómo se gestó, puede ser resuelto”.
“Mi ferviente oración es para que la paz, que ya está trayendo una renovación al Norte, inspire a los líderes políticos y religiosos en otras zonas conflictivas del mundo”, dijo el Pontífice.