Una madre de Navarra, que fue forzada a abortar por su esposo e hijos, pidió a las autoridades españoles proteger a las mujeres en vez de empujarlas al aborto, en alusión a las presiones anunciadas contra los servicios sanitarios públicos para que practiquen este procedimiento anti-vida.
Ante los numerosos casos de médicos que plantean su derecho a la objeción de conciencia para no practicar abortos en los servicios públicos, los representantes del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) en el Parlamento navarro anunciaron que propondrán el aborto como un "derecho civil".
Rosario, que abortó a su hijo en 1995, pidió a Miguel Sanz, presidente de la comunidad foral, "que proteja a las mujeres navarras de este drama".