Durante la Audiencia general de este miércoles en el Aula Pablo VI, donde abordó nuevamente la figura de Gregorio Nacianceno, el Papa Benedicto XVI señaló que es tarea del cristiano descubrir la grandeza de la propia vida.
El Pontífice señaló su deseo de “completar este retrato de un gran maestro” recogiendo “algunas de sus enseñanzas”; y destacó que “puso al servicio de Dios y de la Iglesia su talento de escritor y de orador”.
El Santo Padre recordó que este Padre de la Iglesia, de alma serena “trató siempre de hacer la obra de la paz en la Iglesia de su tiempo, lacerada por discordias y herejías. Con audacia evangélica se esforzó por superar su propia timidez para proclamar la verdad de la fe”. “Gregorio –prosiguió– hizo resplandecer la luz de la Trinidad, defendiendo la fe proclamada en el Concilio de Nicea: un solo Dios en tres Personas iguales y distintas: Padre, Hijo y Espiritu Santo”.