La Iglesia en Australia rechazó ser parte de la campaña de "sexo seguro" auspiciada por el gobierno y dirigida a los peregrinos que llegarán al país para la próxima Jornada Mundial de la Juventud, según informa el diario The Sydney Morning Herald.
Pese a su inmoralidad y a la gran cantidad de estudios que prueban que el preservativo no es seguro para proteger a una persona del contagio del HIV/SIDA, el Departamento de Salud de New South Wales ya ha promovido estas campañas durante los Juegos Olímpicos de Sydney 2000, los Juegos Gay y la celebración gay y lesbiana de Mardi Gras.
Ante esta nueva iniciativa del Gobierno que alienta la promiscuidad, las autoridades de la Iglesia en Australia indicaron que la enseñanza católica, por el contrario, alienta un alto grado de autoestima en los jóvenes, el respeto por sus cuerpos y su sexualidad, así como ver con buenos ojos el matrimonio y la vida familiar. También señalaron el "extraordinario y bajo nivel de indiscreción" al programarse esta campaña gubernamental previa a la JMJ.