Al recibir esta mañana a los obispos de la Conferencia Episcopal de República Dominicana, el Papa Benedicto XVI señaló que la familia debe ser un objetivo primordial en la nueva evangelización de este país y demandó de sus autoridades civiles una mayor colaboración en “la irrenunciable tarea” de trabajar en su favor ante el drama del divorcio, “las presiones para legalizar el aborto, así como la extensión de uniones no acordes con el designio del Creador sobre el matrimonio".
El Santo Padre recordó a los prelados, al final de su visita "ad Limina Apostolorum", su deber prioritario de hacer “que la verdad sobre Cristo y la verdad sobre el hombre penetren más profundamente aún en los diversos estratos de la sociedad dominicana", tarea que pese a las dificultades que pueden encontrar, “se desarrolla en medio de un pueblo de espíritu abierto y sensible a la Buena Nueva".
A pesar de que en la República Dominicana "se dejan sentir también los síntomas de un proceso de secularización en el que para muchos Dios ya no representa el origen y la meta, ni el sentido último de la vida, en el fondo, como sabéis muy bien, este pueblo tiene un alma profundamente cristiana", afirmó el Pontífice.