Al concluir el momento de oración mariana en la gruta de la Virgen de Lourdes en el Vaticano, el Papa Benedicto XVI llamó a los cristianos a estar siempre impulsados por el amor para poder transformar el mundo.
Como todos los 31 de mayo, concluyendo el mes mariano, cientos de personas se reunieron a las 8:00 p.m. en los jardines vaticanos para participar de la tradicional procesión del último día de mayo desde la iglesia de San Esteban de los Abisinios (cercana al ábside de la basílica vaticana) a la Gruta de la Virgen.
El Papa Benedicto XVI llegó a la gruta a las 9:00 p.m., y pronunció un breve discurso en el que, recordando la fiesta de la Visitación, destacó que “el Espíritu descendió sobre la Virgen y la impulsó a ‘levantarse’ y a partir sin dudar para ayudar a la anciana pariente”.