Durante la homilía en la Misa por la fiesta de San Juan de Ávila, el Obispo de Tarazona, Mons. Demetrio Fernández González, invitó a los sacerdotes a “la santidad de vida” como “clave para la reforma de la Iglesia” e indicó que “la oración es condición imprescindible para ser sacerdote y para el ejercicio del ministerio”.
“Los santos son los que verdaderamente hacen progresar la historia y hacen avanzar a la Iglesia. Nuestros pecados, sin embargo, retrasan la verdadera reforma”, señaló Mons. Fernández aludiendo documentos del Concilio Vaticano II.
Reflexionando en lo esencial que es la oración en la vida de todo sacerdote dijo que “recomendaba a los Obispos que no ordenaran sacerdotes a quienes no tuvieran el don de la oración, ejercitada abundantemente”, y propuso como ejemplo para todo presbítero a la Virgen María que “a través de su palabra trajo al mundo al Verbo hecho carne”.