Al recibir a los obispos de la Conferencia Episcopal Internacional de los Santos Cirilo y Metodio que agrupa a los católicos de rito latino y bizantino de Macedonia, Montenegro y Serbia con Kosovo, el Papa Benedicto XVI recordó que el Señor Jesús desea que la Iglesia sea la casa que acoja a todos.
El Pontífice saludó a los obispos recordándoles que venían “de países diversos, con etnias, culturas y lenguas diferentes, pero cuyas comunidades eclesiales se acomunan en la misma fe en el Cristo resucitado que nos han transmitido los apóstoles”.
“Los diversos países y contextos sociales y religiosos en que se sitúan vuestros fieles -prosiguió- comportan no pocas repercusiones en su vida cristiana”, como “el matrimonio entre cónyuges de religión o confesión distinta, que exige una atención espiritual especial y una cooperación mas armoniosa con las otras iglesias cristianas”, o “la educación religiosa de las nuevas generaciones” y “la formación de los sacros ministros y su acompañamiento espiritual en un contexto pluriconfesional”.