Durante la ceremonia en la que la Universidad de Burgos le otorgó el Doctorado Honoris Causa, el Arzobispo de Madrid, Cardenal Antonio María Rouco Varela, defendió la libertad religiosa y advirtió que existe "un retorno del laicismo ideológico radical en lo que fueron los países libres europeos de la segunda mitad del siglo XX, no exceptuada España".
Tras recibir la distinción, el Purpurado recordó que la libertad religiosa es "un bien precioso e indispensable para el desarrollo integral de la persona" y para lograr "el bien común de la sociedad". "El derecho a la libertad religiosa nace y se define en la teoría y en la práctica, primordialmente, desde su afirmación frente al Estado o, más precisa y agudamente, frente al poder político", añadió.
En ese sentido, el Cardenal se refirió a las presiones que los estados totalitarios ejercieron a lo largo de la historia para empujar la fe religiosa al ámbito privado o, como sucedió en el "Estado pagano" del mundo clásico, anterior al cristianismo, de "determinar y fijar la religión y la moral de sus súbditos".