En su última carta semanal, el Arzobispo de Valencia, Mons. Agustín García-Gasco, denunció que "el laicismo radical que nos encontramos en la actualidad en España constituye una utilización del poder del Estado para fundar una sociedad como si todos los ciudadanos fueran ateos, sin aceptar la realidad de la libertad religiosa y sus repercusiones en la vida social y pública".
Según informó la agencia AVAN, en su carta titulada "Libertad para creer", el Prelado explica que "en la España de hoy se detecta el interés por extender un modo de vida en el que la referencia a Dios sea considerada como una deficiencia en la madurez intelectual y en el pleno ejercicio de la libertad".
El Arzobispo de Valencia considera "necesaria y urgente" la tarea de "desenmascarar el `nacional-laicismo que se nos trata de imponer" , pues no deja de ser "un fundamentalismo que nada tiene que ver con la sana laicidad".