El Presidente de México, Felipe Calderón, declaró a la prensa que está personalmente en contra de la despenalización del aborto en el país pero anticipó que respetará la decisión final de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF).
La ALDF debate una reforma legal que podría liberalizar esta práctica en la capital del país, donde actualmente se permite el aborto en casos excepcionales. La reforma es promovida por el opositor Partido de la Revolución Democrática (PRD), que controla la Asamblea.
Durante una rueda de prensa junto a la mandataria chilena Michelle Bachelet, Calderón dijo que tiene "una convicción personal" sobre el aborto: "Yo estoy en defensa de la vida, tengo un pleno respeto por la dignidad y la vida humana", indicó.