El Parlamento portugués aprobó el proyecto de ley que despenaliza el aborto hasta las 10 semanas de gestación, a pesar de que el resultado del último referéndum no era vinculante debido a la alta abstención de votantes.
La aprobación se dio con el apoyo de todos los partidos de izquierda y el voto en contra Partido Popular (CDS-PP), tres diputadas independientes del grupo parlamentario socialista y por la mayoría de los diputados del Partido Social Demócrata (PSD).
La decisión del Parlamento tiene que ser ratificada por el Presidente de la República, Aníbal Cavaco Silva. De esta manera se acaba con la ley de 1984 que permitía el aborto solo en tres supuestos: peligro de vida o para la salud de la mujer, malformación del feto y violación.