El Arzobispo de Madrid, Cardenal Antonio María Rouco Varela, defendió la enseñanza de religión en las escuelas y recordó al Estado que su deber es garantizar el derecho de los padres a elegir la educación de sus hijos, y no imponer "un determinado modelo educativo para todos".
En su carta "Religión en la escuela, sí", escrita con ocasión de la 22º Jornada Diocesana de Enseñanza, el Purpurado recordó que "la educación tiene como finalidad la formación integral del ser humano", para lo cual se busca la armonía entre las distintas dimensiones que lo componen, como la religiosa.
En ese sentido, explicó que el lema escogido "quiere llamar la atención sobre una verdad que pretende hoy ser relegada desde algunos sectores sociales, que desearían arrinconar la religión al ámbito exclusivo de lo privado" y precisó que la enseñanza religiosa en las escuelas "está íntimamente unida tanto al derecho a la libertad religiosa como al pleno desarrollo de la personalidad humana que debe procurar todo proceso educativo".