La historia de Amillia Taylor, la bebé estadounidense que logró sobrevivir a un parto prematuro cuando tenía cinco meses y medio de gestación, ha impactado a la sociedad británica y está motivando a los ingleses a pedir más restricciones para los abortos tardíos, según informa agencia LifeNews.com.
La legislación inglesa permite abortar hasta las 24 semanas (seis meses) de gestación y se estima que cada año unas dos mil mujeres británicas se someten a esta práctica entre las 22 y 24 semanas de embarazo, a pesar de que muchos médicos sostienen que muchos bebés prematuros podrían sobrevivir a un parto en esta fase.
El diario británico London Telegraph recogió las declaraciones de expertos como Stuart Campbell, uno de los más prominentes ginecólogos del país, quien pidió al país cambiar la legislación.