Tras el referéndum del domingo pasado sobre la despenalización del aborto en Portugal, los obispos lusos reconocieron que pese al gran ausentismo en las urnas, el resultado favorable al ‘Sí’ señala un “acentuado cambio cultural en el pueblo portugués”, “una cultura que no está impregnada de valores éticos fundamentales”, por lo que llamaron a emprender una vigorosa y consistente evangelización con los jóvenes y la familia.
Reunidos en Asamblea Extraordinaria en Fátima, la Conferencia Episcopal Portuguesa (CEP) emitió ayer una nota pastoral titulada “El nuevo contexto de la lucha por la vida” en la que reconoce que este “cambio de mentalidad” indica el contexto en que la Iglesia está llamada a ejercer su misión y que esta situación pone al descubierto “alguna fragilidad del proceso evangelizador, especialmente en relación con los jóvenes”.
Despenalizar es legalizar