El Obispo de Hong Kong, Cardenal Joseph Zen Ze Kiun, criticó al Gobierno de Pekin por pretender sembrar discordia en la Santa Sede tras las ordenaciones unilaterales de obispos chinos ocurridas el año pasado.
Según informa el rotativo South China Morning Post, el comentario del Cardenal Zen se produjo después de que Liu Bainian, Vicepresidente de la autodenominada Asociación Patriótica Católica China que desconoce la autoridad de la Santa Sede, acusó al Purpurado de haber obstaculizado la aprobación vaticana de ordenaciones de obispos en China y la normalización de los lazos entre la Santa Sede y el país asiático.
Liu Bainian dijo que el Gobierno chino buscó al menos cuatro canales diferentes para la aprobación vaticana de Ma Yingling, primer obispo ordenado por la iglesia subordinada al Gobierno comunista, e insinuó que el Cardenal Zen hizo todo lo posible por obstaculizar su nombramiento. Hecho que rotundamente fue negado por el Purpurado, según el cual sólo supo de las intenciones de China unos días antes de la ceremonia y, en todo caso, ayudó a suavizar los informes negativos respecto al postulante.