Coahuila, en el norte del país, se convirtió en el segundo estado mexicano que aprueba la unión entre personas del mismo sexo.
El Congreso local avaló en sesión extraordinaria el llamado Pacto Civil de Solidaridad que otorga beneficios jurídicos como herencia, administración de bienes y pensión alimenticia a parejas de hecho homosexuales y heterosexuales.
La medida obtuvo 20 votos a favor y 13 en contra, tras varias semanas de debate. Fue impulsado por el Partido Revolucionario Institucional (PRI) y recibió el apoyo del Partido del Trabajo (PT).