El equipo de Estudiantes de La Plata, que electrizó el Torneo Apertura del fútbol argentino al arrebatarle el laurel de campeón al favorito Boca Juniors, concurrió con todo su plantel a la Catedral de La Plata, para agradecer a Dios por el campeonato.
El equipo presentó ante la imagen de la Inmaculada Concepción un emblemático arreglo floral con el rojiblanco del equipo, que fue depositado a los pies de la sagrada imagen por el jugador Juan Sebastián “la brujita” Verón.
En el templo recientemente restaurado, colmado por los simpatizantes del equipo platense, el Obispo Auxiliar de La Plata, Mons. Antonio Marino, impartió la bendición al equipo y ponderó “el hecho de que los directivos del club y los jugadores, junto con el “Cholo” Simeone, hayan decidido consagrar este triunfo, que honra a la ciudad de La Plata, a Dios nuestro Señor y que lo hayan venido a ofrendar a la Virgen santísima, Patrona de esta Arquidiócesis”.