Seis cristianos ortodoxos, entre ellos dos sacerdotes, fueron asesinados y quince personas resultaron seriamente heridas a comienzos de octubre pasado, cuando al salir de una celebración religiosa en la localidad de Beshasha, fueron atacados por una horda de por lo menos trescientos musulmanes.
La agrupación International Christian Concern (ICC), que vela por el respeto a los derechos humanos especialmente en los países donde la fe cristiana sufre persecución, dio a conocer estos hechos, y denunció que son muchos los musulmanes que en el llamado cuerno de África, se han vuelto más radicales y violentos y van transmitiendo esos sentimientos a los musulmanes de los países vecinos en relación a los cristianos o a todo aquel que ellos consideren un peligro para su religión.
“Esta tendencia está afectando especialmente a los cristianos en Etiopía. La Unión de Cortes Islámicas en Somalia hizo recientemente un llamado a la Jihad (Guerra santa) contra los cristianos de Etiopía. Este hecho puede ser apenas el inicio de una situación de violencia creciente contra los cristianos de Etiopía, Kenya y Tanzania, donde muchos grupos de musulmanes se radicalizan cada vez más” señalaron los directores de ICC.