La Conferencia Episcopal Húngara calificó de "discriminación inaceptable", la decisión del Gobierno de retirar la contribución a las instituciones de la Iglesia establecidas en el presupuesto anual, incumpliendo el acuerdo internacional firmado con la Santa Sede.
Los obispos húngaros habían solicitado una entrevista con el Ministro de Finanzas antes de presentar el presupuesto al Parlamento, sin embargo nunca les fue concedida y finalmente éste adoptó una medida por la que establecen cortar la contribución, establecida en los presupuestos anteriores, para las instituciones católicas.
Los prelados consideraron que las medidas adoptadas son "discriminatorias con las instituciones educativas, sociales y culturales a cargo de la Iglesia. No aprobamos el hecho de que el Gobierno de la República de Hungría no cumpla con las obligaciones asumidas en el acuerdo internacional firmado con la Santa Sede".