El Tribunal Constitucional de Portugal aprobó la realización de un referéndum para decidir la despenalización o no del aborto en el país, esta decisión obliga al Presidente de la República, Aníbal Cavaco Silva, a decidir en un plazo de seis meses, si convoca a una consulta pública para que los ciudadanos voten a la pregunta "¿Concuerda con la despenalización de la interrupción voluntaria de la gravidez, si la misma es realizada por opción de la mujer, en las primeras 10 semanas y en establecimiento de salud legalmente autorizado?".
Ante esta situación el Presidente de la Conferencia Episcopal Portuguesa (CEP), Mons. Jorge Ferreira da Costa Ortiga, manifestó que la Iglesia no acepta ningún tipo de aborto y que "aún cuando nos tachen de retrógrados respecto a otros países: estamos positivamente a favor de la vida desde su concepción hasta su muerte".
El Prelado expresó durante la Asamblea Plenaria de los Obispos, que se realizó en Fátima, que "carece de todo fundamento hablar "de ‘derecho a abortar’ por parte de la mujer invocando el derecho a disponer arbitrariamente de su propio cuerpo, porque el concebido no es un apéndice de la madre sino una realidad humana autónoma y como tal, inviolable".