20 de octubre de 2006 / 09:20 AM
La Fiesta Blanca de Todos los Santos cobra cada día más fuerza en Chile, y se presenta como una manera de devolver el sentido original del "Halloween", o Vísperas de Todos los Santos, que la Iglesia celebra el 1 de noviembre.
Esta iniciativa que inició hace seis años un grupo de laicos conducidos por el profesor José Miguel Carafí, progresivamente ha ido cobrando fuerza en las parroquias, comunidades y de un modo especial en los colegios.
Por ello, la noche del 31 de octubre, muchos niños vestirán disfraces entretenidos y agradecerán con gracias a las familias que les regalen dulces.