La Santa Sede reiteró ayer ante la ONU su “llamado a los gobiernos que abierta o secretamente poseen armas nucleares, o a aquellos que tienen la intención de adquirirlas, que cambien su curso con decisiones claras y firmes, y que se esfuercen por lograr un desarme nuclear progresivo y concertado”.
Así lo expresó el observador permanente de la Santa Sede ante la ONU, Arzobispo Celestino Migliore, en su intervención ante el I Comité de la 61º Sesión de la Asamblea General de este organismo reunido para debatir sobre el programa de desarme total y la seguridad internacional.
Después de expresar el pedido de la Santa Sede a la comunidad internacional para que establezca “un marco legal obligatorio que regule el comercio de armas convencionales de todo tipo, así como el conocimiento y la tecnología para su producción", el Nuncio Apostólico advirtió la urgencia en el progreso del diálogo sobre las armas nucleares.