Al recibir hoy en el Palacio Apostólico de Castelgandolfo a un grupo de obispos de diferentes países nombrados en el último año, el Papa Benedicto XVI recordó a los prelados la necesidad de vivir íntimamente unidos a Jesucristo y tender sin cansancio a la santidad para construir día a día la comunidad eclesial.
El Santo Padre pidió a los nuevos prelados que “siguiendo el ejemplo de Cristo”, al atender cotidianamente a su rebaño, se hicieran “todo para todos”, “proponiendo la verdad de la fe, celebrando los sacramentos de nuestra santificación y testimoniando la caridad del Señor. Acoged con ánimo abierto a quienes llaman a vuestra puerta: aconsejadles, consoladles y sostenedles en el camino de Dios".
"Tened esta solicitud en primer lugar con los sacerdotes. Actuad siempre con ellos como padres y hermanos mayores que saben escuchar, acoger, consolar y cuando sea necesario, incluso corregir", añadió.