Hoy la población de Ratisbona se multiplicará de 150 mil a medio millón de habitantes por la visita del Papa Benedicto XVI a esta ciudad alemana.
La autopista A3 será clausurada por 18 horas, fábricas enteras como la BMW detendrán su producción y las vacaciones escolares se prolongarán un día, algo sin precedentes en estas tierras.
Nunca antes la ciudad ha tenido la experiencia de organizar un evento de tales magnitudes, y el Obispado tampoco tiene una idea clara de su impacto financiero.