10 de septiembre de 2006 / 07:30 AM
El Papa Benedicto XVI aseguró en Baviera que para lograr una coexistencia pacífica es necesario que cada uno vea a Dios como el centro de todo y de “nuestras vidas personales”. Recordó que la Virgen María es la mejor maestra en este desafío.
Antes de terminar la multitudinaria Eucaristía que presidió en Munich, el Pontífice presidió el rezo del tradicional Ángelus dominical.
En su reflexión, recordó qué necesario es – tanto para las vidas de los individuos como para una coexistencia serena y pacífica con los demás- ver a Dios como el centro de todo lo que hay y el centro de nuestras vidas personales”.