Uno de los ladrones que el jueves pasado robó de un museo de Coquimbo el anillo donado por el Papa Juan Pablo II, reveló a un sacerdote que fundió el objeto y lo vendió en poco más de 112 dólares.
El jueves pasado, dos delincuentes (un hombre y una mujer), ingresaron al Museo de la Cruz del Tercer Milenio del cerro El Vigía, y sustrajeron el anillo del Papa y dos cruces pectorales de oro con incrustaciones en piedra amatista y coral negro, que fueron donadas por el Nuncio Apostólico en Chile, Mons. Aldo Cavalli.
La prensa local informó que uno de los ladrones acudió al P. Fernando Candia y reveló que la pieza, conocida como "el anillo del pescador", fue fundida y vendida en 60 mil pesos (poco más de 112 dólares). El sacerdote señaló que el delincuente devolvió los otros dos objetos robados.