El día en que la Iglesia conmemora a San Bernardo de Claraval, el Papa Benedicto XVI rezó el Ángelus dominical en el Palacio Apostólico de Castelgandolfo proponiendo al "Doctor mariano" como ejemplo de armonía entre oración y acción para los cristianos de hoy.
Antes de la oración mariana, el Santo Padre afirmó que el ejemplo y enseñanzas de este Doctor de la Iglesia del siglo XII “se revelan útiles para nuestro tiempo" explicando que su "dedicación al silencio y a la contemplación no le impidieron realizar una intensa actividad apostólica”.
El Pontífice explicó que para el santo francés “el recogimiento interior es un elemento esencial de la piedad. Es necesario cuidarse de los peligros de una actividad excesiva, sea cual sea la condición y el trabajo que se realiza, porque muchas ocupaciones conducen frecuentemente a la dureza del corazón, no son sino sufrimiento para el espíritu, desperdicio de inteligencia, dispersión de la gracia”.