La Santa Sede reiteró su convicción de que sólo el diálogo, la confianza recíproca y el mutuo entendimiento son capaces de poner fin al “círculo vicioso” de violencia en Medio Oriente cuando hoy se cumple un mes del inicio del conflicto armado protagonizado por las fuerzas militares de Israel y el grupo terrorista Hizbolá en el Líbano.
Así lo manifestó ayer en Ginebra el Observador Permanente de la Santa Sede ante la ONU, Mons. Silvano Tomasi, en la segunda sesión especial del recientemente creado Consejo por los Derechos Humanos reunida para discutir la situación en el Líbano.
En su intervención, el Prelado renovó el llamamiento del Papa Benedicto XVI a un inmediato cese al fuego que asegure la ayuda humanitaria a la población e insistió en la necesidad de un diálogo que tenga en cuenta los derechos de todos los Estados y la población involucrada en el conflicto.