El hasta hace poco tiempo vocero oficial del Vaticano, Joaquín Navarro-Valls, recibió el homenaje de los "vaticanisti", como son conocidos los periodistas del Vaticano, quienes le organizaron una fiesta de despedida y le regalaron una raqueta de tenis.
El sábado pasado, en el Palazzo Cesi, situado directamente frente a la Sala de Prensa Vaticana, Navarro-Valls recibió el homenaje de los periodistas a quienes dirigió por 22 años, y recibió la raqueta con la esperanza de tener ahora más tiempo para dedicarse a su deporte y pasatiempo favorito.
Navarro-Valls, médico de profesión, ha recibido ya varias propuestas de trabajo, muchas de ellas en el área de los medios de comunicación, así como docenas de puestos en diversas universidades.