Luego de varios años de ardua labor, la Presidencia General de la Obra Internacional de Schoenstatt entregó el Estatuto General del Movimiento al Pontificio Consejo para los Laicos. Con este gesto, la Obra da un paso importante a su aprobación eclesial.
Según informó la oficina de prensa del Movimiento, "mientras que casi todos los Institutos y Federaciones de Schoenstatt cuentan ya con su respectiva aprobación, la Obra Internacional de Schoenstatt como tal vive hasta este momento algo así como ‘sin un techo común’ dentro de la Iglesia. Este paso de la Obra Internacional de Schoenstatt rumbo a la aprobación por parte de la Iglesia ha sido precedido de un largo proceso de elaboración y redacción del Estatuto".
La entrega se realizó el 5 de junio. La fecha "fue elegida a conciencia: al cabo de los acontecimientos pentecostales en Roma. En ese regocijo nacido de la comunión de los movimientos y comunidades nuevas como escuela de libertad, en esa alegría ante la variedad de carismas el Movimiento de Schoenstatt en su federatividad se dirige a la Iglesia, ofreciéndole la vida que ha nacido y se ha desarrollado en él, poniéndose –como destacara el Padre Heinrich Walter al final del acto de entrega del Estatuto General– totalmente a disposición de la Iglesia, ‘con nuestro servicio y nuestra vida’".