Ante miles de feligreses, cardenales, obispos y sacerdotes que llenaron totalmente la Basílica de San Pedro, el Papa Benedicto XVI presidió este Viernes Santo por la tarde la celebración de la Pasión del Señor en la que recordó que en la Cruz de Cristo resplandece el amor fiel y eterno de Dios.
En el Solemne Oficio de Viernes Santo, el Santo Padre presidió la Liturgia de la Palabra, la Adoración de la Cruz y el Rito de la Comunión. Según la costumbre vaticana, la homilía estuvo a cargo del Predicador de la Casa Pontificia, el sacerdote franciscano Raniero Cantalamessa,
Luego de escuchar el relato de la Pasión, el Predicador pontificio pronunció una homilía centrada en reflexionar sobre algunos pasajes de la Encíclica “Deus Caritas est” de Benedicto XVI más relacionados con el misterio de este día.