Las Comisiones de Justicia y Paz y de Familia e Infancia de la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV), condenaron el asesinato de los hermanos Faddoul y su chofer Miguel Rivas y exigió a las autoridades y sociedad civil defender la vida humana.
“Los tristes acontecimientos de secuestros y muerte de algunos hermanos en diversas partes del país nos exigen no sólo un repudio y una condena de los mismos, sino también una toma de posición”, afirma el documento titulado “Tengan Nueva Vida y Revístanse del Hombre Nuevo”.
El texto condena “todo acto contrario a la vida humana”, de la cual “nadie es dueño” y que la Iglesia defiende por ser “el primero de los derechos humanos, del que nacen los otros derechos”.