28 de marzo de 2006 / 04:27 AM
El Padre Frank Pavone, Director Nacional de Priests for Life y testigo presencial de las horas finales de Terri Schindler-Schiavo, escribió una carta abierta a Michael Schiavo, esposo de Terri, que leyó a una gran audiencia el día domingo. En ella, el presbítero afirmó que “algunos han pedido que me disculpe por haberte llamado asesino. No sólo no me disculparé sino que lo repito otra vez”.
“Su muerte no fue pacífica, tampoco bella. Si la hubieras visto y te hubieras percatado de lo que hacían sus ojos, sabrías que decir que su agonía fue pacífica es una mentira”, precisó el P. Pavone.
“Esta semana –prosiguió el sacerdote– decenas de millones de estadounidenses recordarán esos agonizantes días del año pasado y se rascarán la cabeza tratando de entender por qué no dejaste que la mamá, papá y hermanos de Terri se ocuparan de ella, como lo habían solicitado. Ellos te ofrecieron, una y otra vez, la opción de dejarlos atenderla sin pedirte nada a ti. Pero no quisiste e insististe en que se detuviera la alimentación de Terri. Ella no tenía una enfermedad terminal. Era simplemente una mujer discapacitada que necesitaba atención extra que tú no querías darle”.