Mons. Luis Stöckler, Obispo de Quilmes, exhortó a la feligresía a convertir la Cuaresma en un tiempo para revisarnos en el amor y recordó que los ejercicios del ayuno, la limosna y la oración son respuesta ante sensualidad, avaricia y autosuficiencia.
En su carta pastoral por Cuaresma, el Prelado instó a pedirle a Dios que “nos abra los ojos para que veamos nuestras conductas, que terminan por fragmentar este único amor”, y lamentó que “a pesar de nuestra buena voluntad, muchas veces somos sorprendidos por inclinaciones que nos desvían de la entrega y nos encierran en nosotros mismos”.
Tras citar el evangelio de San Juan, Mons. Stöckler advierte sobre los vicios que “llamamos pecados raíces o capitales”, particularmente sobre la sensualidad, la avaricia y la vanagloria; a la vez que alertó sobre “el anzuelo de muchos espectáculos que se ofrecen a través de los medios, que apuntan descaradamente a la concupiscencia de la carne”.