Con motivo del 60º aniversario de la liquidación de la Iglesia Greco-Católica Ucraniana (IGCU), el Arzobispo Mayor de Lviv de los Ucranianos, Cardenal Lubomyr Husar, ha insistido en que esta conmemoración debe ser un llamado a la oración para una mayor unidad entre los cristianos ucranianos.
Según informa la organización Ayuda a la Iglesia que Sufre (AIS), los greco-católicos ucranianos conmemoran esta semana “los días más oscuros que atravesó su Iglesia”. En estas fechas se conmemora la celebración, en 1946, del pseudo-sínodo de Lviv (Ucrania occidental), cuando las autoridades comunistas obligaron a la IGCU a integrarse a la Iglesia ruso-ortodoxa.
La conmemoración “no debería limitarse al recuerdo de un acontecimiento pasado”, declaró el Purpurado a AIS, “sino ser una ocasión de hacer una nueva elección histórica que nos permita avanzar; un momento no para la autocompasión o la venganza sino para limpiar la memoria mediante el perdón a aquellos que fueron responsables del acontecimiento y de su repercusión en la sociedad”.