Al celebrar ayer por la tarde su primera ceremonia de Miércoles de Ceniza en la histórica basílica de Santa Sabina, el Papa Benedicto XVI profundizó en algunos rasgos de la espiritualidad cuaresmal asegurando que “la existencia cristiana es un combate sin tregua, donde se usan las armas de la oración, el ayuno y la penitencia”.
Al referirse al combate, Benedicto XVI explicó que "cada día, pero especialmente en Cuaresma, el cristiano debe afrontar una lucha, como la que Cristo sostuvo en el desierto de Judá". Por eso, explicó, este tiempo litúrgico recuerda, "que la existencia cristiana es un combate sin tregua, donde se usan las armas de la oración, del ayuno y la penitencia. Luchar contra el mal, contra cualquier forma de egoísmo y odio es el itinerario ascético que todo discípulo de Jesús está llamado a sostener".
Seguidamente, el Santo Padre vinculó el tema del combate contra el mal con el de la paz y afirmó que “seguir dócilmente al divino Maestro hace de los cristianos testigos y apóstoles de paz".