El Plan Global de Pastoral 2006-2010 presentado por la Conferencia de Obispos Católicos de Cuba, exhorta a los laicos a ingresar en la vida pública de la Isla, aunque reconoce que no existe mucho interés en muchos de ellos para hacerlo.
El plan, presentado durante una reunión entre el Episcopado y el Presidente del Pontificio Consejo Justicia y Paz, Cardenal Renato Martino, exhorta a evangelizar las zonas más pobres del país, las áreas rurales alejadas, las familias de los presos, ancianos abandonados, madres solteras, hijos de divorciados, creyentes de cultos sincréticos, así como a aquellas generaciones “que han nacido y crecido durante los largos años de ateísmo estructural”.
La elaboración del proyecto tomó siete años de investigaciones sobre el catolicismo en Cuba y su entorno. Éste indica que entre los feligreses cubanos hay poca presencia juvenil y sólo la mitad se siente identificado con los valores morales del matrimonio y defensa de la vida promovidos por la Iglesia.