El Papa pide a católicos abrir la cultura actual a los “valores perennes de la Trascendencia”

Al recibir esta mañana a los responsables de la revista Civiltà Cattolica, el Papa Benedicto XVI pidió a los católicos dialogar con la cultura actual, “caracterizada por el relativismo individualista y el cientificismo positivista, que se cierra a Dios y a su ley moral, y “abrirla a los valores perennes de la Trascendencia”.

Para que la revista, instituida por el Papa Pío IX en 1850, "sea fiel a su naturaleza y a su tarea –dijo el Papa–, debe renovarse siempre, leyendo correctamente los "signos de los tiempos". Frente a la difusión de una "cultura caracterizada por el relativismo individualista y el cientificismo positivista, que se cierra a Dios y a su ley moral, a pesar de no ser siempre contraria al cristianismo", los católicos tienen que dialogar con la cultura actual y "abrirla a los valores perennes de la Trascendencia".

En el mundo de hoy, dijo el Santo Padre ante los redactores y colaboradores de la revista italiana, "también existen muchos signos de esperanza", como "la nueva sensibilidad por los valores religiosos, una atención renovada por la Sagrada Escritura, un mayor respeto de los derechos humanos, la voluntad de diálogo con las otras religiones. En concreto, la fe en Jesucristo puede ayudar a muchos a encontrar el sentido de la vida y de la aventura humana, ofreciéndoles aquellos puntos de referencia que faltan a menudo en un mundo tan frenético y desorientado".

En este sentido, Benedicto XVI subrayó que la misión de una revista cultural como Civiltà Cattolica es "participar en el debate cultural contemporáneo, tanto para proponer de modo serio y al mismo tiempo divulgativo las verdades de la fe cristiana de manera clara y fiel al Magisterio eclesial, como para defender sin espíritu polémico la verdad, a veces deformada por acusaciones sin fundamento a la comunidad eclesial".

Más adelante, el Papa se refirió al Concilio Vaticano II como "faro" que debe guiar a la revista en su camino, cuyas "riquezas doctrinales y pastorales –y sobre todo la inspiración de fondo–, no han sido todavía asimiladas plenamente por la comunidad cristiana, a pesar de que hayan transcurrido 40 años desde su conclusión".

Finalmente, dijo el Pontífice "se trata de divulgar y sostener la acción de la Iglesia en todos los campos de su misión. La revista debe esforzarse especialmente en la difusión de la doctrina social de la Iglesia, uno de los temas que ha tratado ampliamente durante sus 155 años de vida".