La agencia vaticana Fides informó que según las últimas investigaciones, el Padre José Alfonso Moreira, el misionero de 80 años asesinado en Angola, habría muerto en un caso de vandalismo y no en un crimen político.
El misionero, cuyos funerales se celebraron en la ciudad de Luanda, pertenecía a la Congregación del Espíritu Santo (Espiritanos). Fue asesinado el jueves 9 de febrero en su residencia en Bailundo, a 60 kilómetros al Norte de Huambo, en Angola.
Fuentes de la policía angoleña citadas por Fides revelaron que "el P. Moreira fue asesinado con 7 disparos de arma de fuego a muy corta distancia y que le dieron en el rostro. El misionero se acababa apenas de ir a dormir, cuando una quincena de personas armadas irrumpieron en su habitación y lo mataron sin darle ni siquiera tiempo de bajar de la cama."