Al presidir en la Basílica de San Pedro una Misa solemne por la Fiesta de la Presentación del Señor y la Jornada Mundial de la Vida Consagrada, el Papa Benedicto XVI aseguró que las personas que se han entregado por completo a Dios son “centinelas que perciben y anuncian” su Reino.
Ante miles de personas –especialmente consagrados– reunidas con velas encendidas en la Basílica, el Papa señaló que este día es una “ocasión propicia para alabar a Dios y agradecerle por el invalorable regalo que la vida consagrada representa en sus distintas formas; al mismo tiempo es un incentivo para promover en todo el pueblo de Dios el conocimiento y la estima de aquellos que están totalmente consagrados a Dios”.
“En efecto, como la vida de Jesús, en su obediencia y dedicación al Padre, es la parábola viviente del ‘Dios-con-nosotros’, la concreta dedicación de las personas consagradas a Dios y sus hermanos se convierte en un signo elocuente de la presencia del Reino de Dios para el mundo de hoy”, indicó.