Este año, la tradicional Campaña de Cuaresma de Fraternidad que realizan todas las diócesis de Chile, estará dirigida a apoyar a los 200 mil niños chilenos menores de seis años, que viven en condiciones de vulnerabilidad y riesgo social.
La Conferencia Episcopal Chilena (CECH) recordó que esta campaña –surgida en 1982– tiene como finalidad, incentivar a cada cristiano a vivir el tiempo de Cuaresma como un tiempo de conversión y preparación para la Celebración del Misterio Pascual de Cristo, llevando una vida más sencilla, con privaciones que les permitan vivir concretamente la caridad, compartiendo generosamente con quienes tienen más necesidad.
Los fondos que se recauden este año financiarán proyectos e iniciativas que ofrezcan mejores y positivas oportunidades a niños y niñas chilenos que vivan en condición de vulnerabilidad y riesgo social, con privaciones que afectan su desarrollo.