El Obispo de Avellaneda-Lanús, Mons. Rubén Frassia, recordó que la defensa de la persona humana y la familia son prioridad para el Estado y siempre una garantía para el desarrollo de una sociedad.
“Es la persona humana la que está en el centro, como la familia que es anterior al Estado. El Estado tiene que regular pero no imponer nuevos criterios a la familia”, anotó el Prelado.
Mons. Frassia señaló también que la conversión es un proceso que lleva toda la vida y advirtió que esto no significa que uno esté mirando para cualquier lado, ya que siempre hay que estar atento a las señales que Dios nos va indicando a lo largo de nuestra vida.